El sistema estomatognático es la unidad funcional perfectamente coordinada e integrada que comprende sistema nervioso, estructuras y los órganos relacionados con la respiración, masticación, deglución, habla, etc. Gracias a este sistema podemos reír, comer, respirar, hablar, deglutir, pronunciar, besar, succionar y hasta generar las expresiones faciales.

Cuando alguno de las partes que conforman este sistema estomatognático sufre algún desequilibrio o alteración se generan trastornos orofaciales.

¿Cuáles son las causas?

Las causas son difíciles de señalar de manera concreta, ya que en la mayoría de los casos no se trata de un sólo hecho, si no de una combinación de factores, como pueden ser:

  • Hábitos orales lesivos como succión digital, uso prolongado del chupete, onicofagia (morderse las uñas), bruxismo (apretar o rechinar los dientes)…
  • La vía respiratoria nasal restringida debido al agrandamiento de las amígdalas, de las vegetaciones adenoides y/o alergias…
  • Las anomalías estructurales o fisiológicas, tales como un frenillo lingual corto, velo del paladar incompetente…

¿Qué tipo de trastornos trato?

  • Síndrome del respirador bucal.
  • Deglución atípica o Deglución infantil.
  • Patologías de masticación.
  • Alteraciones de la articulación del habla debido a los trastornos orofaciales.

¿Cómo lo hago?

Gracias a la llamada «Terapia Miofuncional». La Terapia Miofuncional procede etiológicamente de terapia (curación) y mio (músculo). Lo que se pretende con la TMF es reeducar patrones musculares inadecuados y establecer nuevos comportamientos.

Lo primero que hago es realizar una o dos sesiones de evaluación para definir las alteraciones estructurales y funcionales y llegar a un diagnóstico.

Posteriormente diseño el plan de intervención individualizado para cada caso, que consistirá en ejecución de ejercicios, supresión de hábitos y toma de conciencia de los nuevos patrones adquiridos.

En las sesiones de intervención se realizan:

  • Ejercicios musculares en los órganos fonoarticulatorios para adecuar el tono y la movilidad.
  • Entrenamiento de la posición de reposo de los labios y lengua.
  • Aprendizaje de adecuados patrones de respiración, deglución, masticación y fonación, según la alteración.
  • Estabilización y mantenimiento de los patrones aprendidos (generalización y automatización).

Para poder corregir y conseguir los objetivos propuestos debemos trabajar muy intensamente en terapia, pero más aun en casa, ya que se trata de generalizar lo que en un principio son ejercicios, en hábitos saludables.

La Terapia Miofuncional implica un trabajo interdisciplinar con otros profesionales como ortodoncistas, otorrinos, pediatras…

Es necesario este trabajo conjunto para poder establecer una buena rehabilitación en los pacientes.

Con el ortodoncista realizo un plan de tratamiento conjunto con el objetivo de conseguir educar la musculatura para que las piezas dentarias se sitúen en la posición más fisiológica y estable. Si los hábitos musculares inadecuados están presentes en el transcurso del tratamiento ortodóncico, la maloclusión (mordida abierta, cruzada…) reaparecerá. Siempre hay que realizar un tratamiento preventivo y de control de recidivas.

Con el otorrino, si existen afecciones otorrinolaringológicas o respiratorias (vegetaciones, amígdalas demasiado grandes, tabique nasal desviado…) él hace una intervención a nivel orgánico y yo trabajo a nivel funcional con toda la musculatura implicada.